El latido de los arboles

10 Abr El latido de los arboles

Por un bosque frondoso, Blanca paseaba  con su abuelo al volver del colegio cada día. Él se sentaba a descansar, junto al río para  escuchar en silencio el sonido de la naturaleza. Y le  preguntaba:

— ¿Blanca, escuchas el latido de los árboles? Tienen un corazón  tan fuerte, que llevan la savia desde las raíces a las hojas para oxigenar el aire.

Y ella le contestaba, aunque no los oía:

— Sí abuelo.

Ese invierno su abuelo enfermó, y le hizo prometer:

— Blanca, nunca dejes de escuchar el latido de los árboles.

Como se sentía muy triste desde su marcha, volvió al río y tuvo una gran idea:

“Voy a pintar corazones rojos en el tronco de los árboles”. Y cada día al volver del colegio pintaba uno grande con la esperanza de escucharlos.  

Un domingo fue a visitar el bosque y se sorprendió al verlo lleno de familias que acudían a pasar el día: decían que allí habitaban hadas y duendes; que era mágico. Había niños que afirmaban haberlos visto.   Una lágrima rodó por su mejilla porque por fin su esperanza se había hecho realidad: estaba escuchando el latido de los árboles a través del corazón de las personas.

“Siempre que habite la esperanza en tu corazón, el amor llegará  para  transformarlo todo”

(Cuento publicado en IV Certamen de microrelatos: “Hay Esperanza para vencer al Cáncer”)