El pajaro en el nido

El pajaro en el nido

Un canario de color naranja permanecía en la jaula en la que había nacido junto con su madre.  Cuando se hizo más mayor, lo cambiaron de jaula y lo pusieron solo en otra. Cada día cuando amanecía, a través de la ventana de la cocina, los rayos les daban calor y su madre y él trinaban sin parar al ver salir el sol.

Cada día se levantaba, picoteaba la lechuga fresca a primera hora de la mañana, luego se subía al columpio para balancearse:« Me encanta moverme hacia adelante y hacia detrás» ­­, le decía a su madre.

Después saltaba un rato de palito en palito; se giraba y bajaba uno para dar un gran salto hacia el último. Tras un rato de ejercicio, bebía agua y llamaba a su madre para trinar junto a ella las melodías que tanto les gustaban. Así transcurría su vida.

Una mañana, se llevaron la jaula de su madre de su lado  y eso le partió el corazón. Ya no escuchaba su dulce voz cada mañana. Así fue como el pajarito sintió una soledad que le impedía casi respirar y perdió la ilusión por cantar.

Pasaron algunos meses, y una mañana la anciana que lo cuidaba dejó sin darse cuenta la puerta de la jaula abierta. Se quedó paralizado sin saber qué hacer. En ese momento se acercó volando una mosca que se posó en un barrote  de la jaula y le preguntó:

—Bonito pajarito, ¿por qué no sales y te escapas?

—¿Escaparme?

—Sí, sal de la jaula y serás libre.

—No sé qué quieres decirme. No puedo llevarme mi comida, ni tampoco mi agua: ¿qué hay afuera que sea mejor que esto?

—Todos los lugares que desees, podrás volar, saltar y comer de los frutos: ¡Serías libre como yo!— le dijo la mosca revoloteando.

—¿Hay palitos para saltar?

—Claro, tienes todas las ramas de los árboles para saltar.

—¿Y columpios donde mecerse?

—Sí, el viento que los balancea, mece las ramas de un lado para otro.

—Mi madre me decía que tras la jaula, la vida de pájaro era peligrosa.

—La vida de los pájaros es la libertad y  aquí no eres un pájaro.

—¿Cómo que no soy un pájaro? – dijo enfadado.

             —Has nacido como pájaro pero no vives como un pájaro—. ¿Quieres ser un pájaro? — le gritó la mosca enfadada.

       —No sé si estaré preparado— le dijo titubeando.

       —No tienes que prepararte porque ya lo eres. No eres mosca, ni pez bajo el agua, ni murciélago.  Si has nacido pájaro es porque ya todo está en ti para vivir como lo que eres. Solo tienes que decidirte a salir.

“Todos estamos preparados para ser nosotros mismos, solo hay que atreverse a salir de la jaula”

(Cuento publicado en el libro “TU ESTRELLA” de Andrés Olivares)

Inma Trujillo
itrupe@hotmail.com
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